Pastor Alemán

El Pastor Alemán es una de las razas más queridas y reconocidas en todo el mundo. Y no es casualidad: detrás de su porte elegante y su mirada inteligente hay un perro versátil, valiente y con una lealtad inquebrantable hacia su familia.

Atlético, fuerte y ágil, con las orejas erguidas siempre atentas, es un perro que inspira respeto. Nació a finales del siglo XIX en Alemania como perro de pastoreo, pero su inteligencia y sus ganas de trabajar hicieron que pronto destacara en muchos más ámbitos: desde cuerpos policiales y militares hasta equipos de rescate o labores de asistencia.

Ahora bien, si algo define al Pastor Alemán es su papel en casa. Porque, más allá de su fama de perro de trabajo, es un compañero cariñoso, juguetón y muy protector. Se entrega por completo a los suyos, creando un vínculo profundo y asumiendo de manera natural el rol de guardián del hogar. Su mayor felicidad siempre será estar cerca de su familia: ya sea en una sesión de entrenamiento, en un paseo o simplemente tumbado a tus pies.